Sevilla es una ciudad que tiene una infinidad de lugares para visitar. Un sinfín de Iglesias con sus interiores asombrosos, y uno de los lugares más espectaculares es la Catedral de Sevilla y dentro sin duda la capilla Real es mi favorita con la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad. Atravesando la ciudad nos encontramos el río Guadalquivir, que divide la ciudad en dos orillas, en una está Sevilla y su casco antiguo y en la otra se encuentra el barrio de Triana… de hecho aún se escucha entre los trianeros más mayores “me voy pa Sevilla”, cada vez que cruzan el puente que une las dos orillas.
Triana es el arrabal más famoso de Sevilla, antiguamente era un barrio de pescadores y alfareros. Sus orígenes son de la época almohade, donde podrás encontrar la iglesia más antigua de Sevilla, la Real Parroquia de Santa Ana, “la Catedral de Triana”. Para cruzar de orilla se puede hacer por distintos puentes, pero sin lugar a dudas el más conocido es el Puente de Isabel II, más conocido como el Puente de Triana. Recibe ese nombre debido a que su construcción acabó en el año 1852, durante el reinado de la reina Isabel II.
A continuación, enumeramos algunas de las anécdotas e historias que lo hacen tan especial y característico.